miércoles, 3 de agosto de 2016

1.2 Ciencia, tecnología y urbanización

Urbanizar es desarrollar de manera racional un espacio físico habitado por seres humanos, una urbe o ciudad, con equilibrio y armonía en sus espacios públicos como las calles, plazas, parques, mercados y construcciones dedicados a la vivienda o a comercios y oficinas.

Se puede hablar de centro urbano en aquel espacio en el que se viven más de 2 500 personas. Las ciudades no representan sólo el aumento o densidad de la población que se reúne en un espacio físico, sino la heterogeneidad de los pobladores, que se distinguen por desempeñar trabajos distintos, así como por las distintas formas que tienen de construir sus viviendas de acuerdo con sus recursos. La vida urbana contrasta de manera notable con la campesina. En términos generales, los campesinos viven y trabajan en aldeas de menor población, que trabaja en la agricultura y en algunas artesanías. Los poblados rurales cuentan con muy pocos servicios generales o ninguno. En torno de las casas campesinas existe algún depósito de agua, río o pozo, que les permite sobrevivir, pero muchas comunidades rurales no tienen otros servicios como energía eléctrica, transportes, calles y mercados u otras zonas en las que se desarrolla el comercio regulado. El establecimiento de autoridades que regulan la vida de las poblaciones urbanas, que se encuentran alojadas en oficinas y cuentan con burocracia para promover los distintos servicios, es una señal de que la urbanización ha empezado a desarrollarse en una población. Es decir la reunión de un número amplio de personas es un espacio físico dotado de servicios es un primer criterio para juzgar al fenómeno urbano, pero para estudiarlo se requiere criterios científicos y tecnológicos, que muestran la organización y la dinámica de las sociedades con su economía, su cultura y las muy diversas relaciones intergrupales que existen en ellas.

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