La primera dificultad que hay que destacar para aplicar los principios de justicia a las relaciones entre las personas, es la desigualdad que se ha venido haciendo cada día más amplia en nuestras sociedades. Desde hace mucho tiempo se ha señalado que no se imparte justicia por igual a pobres y ricos, a personas que pertenecen a un grupo(de clase, género o religión) o a otro. La igualdad de las personas frente a la ley se ha establecido en los sistemas jurídicos de los distinto países. Pero esa igualdad es ilusoria. Y es que los individuos y los grupos que cuentan con recursos (dinero, influencia, posición social y relaciones con quienes detentan posiciones de poder), tienen acceso a la justicia, mientras quienes no los tienen se ven privados de ella. Ante estas circunstancias, se van definiendo facultades de las autoridades del Estado para suplir las deficiencias de las personas y establecer relaciones justan entre ellas, independientemente de los recursos con que cuenten. Esto es lo que permite ir ejerciendo la justicia con imparcialidad, o con la mayor imparcialidad posible.
La justicia social se cumple mediante los derechos sociales de la segunda y tercera generación. Y puede decirse que, a diferencia de los de la primera generación, que eran derechos individuales, los derechos de la segunda y tercera generación están encaminados a producir justicia social.
En este apartado se analiza con mayor detalle uno de los valores fundamentales con los que deben conducirse las relaciones entre las personas. En ese primer momento la justicia fue tratada desde una perspectiva axiológica. Ahora profundizaremos un poco más en su significado jurídico y el desarrollo de los contenidos en el curso de la historia contemporánea.
Existe el supuesto de que la justicia debe guiar las relaciones de las personas con sus semejantes, también con otros seres vivos, y en general con la naturaleza. Es un supuesto que conduce a la confianza social. Pero estos últimos ámbitos se han venido ampliando en épocas recientes, lo que ha coadyuvado a la formación de una conciencia de respeto a la vida, a los ecosistemas, al ambiente, lo que permite el desarrollo de la vida y preservar la biodiversidad.
Los derechos humanos se han desarrollado en varias generaciones. Se han venido poniendo en claro que para hacer viable la aplicación de la justicia, es indispensable la creación de instituciones que establezcan las formas en que las relaciones entre las personas deben realizarse, protegiendo sus derechos y libertades básicos: de pensamiento y de conciencia, de ocupación, de propiedad, de expresión, de reunión y asociación para fines legítimos. Estos derechos y libertades se han venido ampliando y definiendo en las constituciones, en las leyes y en los tratados internacionales. Así, se han ido catalogando los derecho por generaciones, la primera de las cuales es la de los derechos individuales, seguida por derechos que podemos ubicar en generaciones posteriores y que conocemos como derechos sociales.
La primera generación, pues es la de los derechos individuales, que nacen con la sociedad moderna y están inspirados por la filosofía que inspiró la Revolución francesa. Como uno de los resultados de esa revolución se formuló la Declaración de los Derechos el Hombre y del Ciudadano en agosto de 1789.
La segunda generación es el resultado de la crítica al individualismo que se desarrolló durante el siglo XIX, lo que incluye el impulso a los movimientos socialistas, sindicalistas, al marxismo y a las revoluciones mexicanas y soviética que se dieron en las primeras décadas del siglo xx.
La tercera generación es también de derechos sociales, pero éstos no son ya de clases sociales, sino de derechos de todos los seres humanos, como el derecho a la vida en paz, o los derechos que todos tenemos a respirar en un ambiente limpio, a la protección de los sistemas ecológicos y al equilibrio que trae la biodiversidad que debe ser protegida. También se trata de derechos de sectores de la socieddad, como son las mujeres (equidad de género), de las comunidades indígenas, de las homosexuales o de los niños.
Los derechos humanos básicos, como los que protegen la vida, el trabajo, la ecología o el medio ambiente, tienen la condición de estar protegidos nacional e internacionalmente.
Buscar historicidad de un hecho significa dos cosas, que pueden considerarse en forma separada o complementaria.
Contextualización histórica de algún acontecimiento, episodio o personaje de tiempos pasados, mostrando la caracterización del tiempo político, la situación económica y la tesitura cultural en la que aquéllos pueden ser entendidos y valorados.
Interpretación sobre el significado de un hecho o conjunto de hechos que tuvieron lugar y no se habían valorado de manera adecuada.
Se analiza un hecho o conjunto de hechos y se elabora un concepto de ellos. Es decir, se elabora una historia conceptual, para entender y explicar su significado en nuestras sociedades y encontrar elementos que nos ayuden a conocer nuestra identidad como colectividades y, en alguna medida incluso como personas.
Es decir, un acontecimiento o hecho adquiere historicidad cuando se reporta su significado en un cierto marco de relaciones. Un ejemplo sencillo; cuando se habla de un triunfo "pírrico" se refiere a uno que no valió la pena, por el alto costo que tuvo y el pobre resultado obtenido. El origen del término se refiere a una batalla ganada por el rey Pirro de Epiro a los romanos, en la que tuvo miles de bajas y muy pequeño logro.
Hay un consenso entre los historiadores y científicos en que la historia, en principio empieza con la invención de la escritura o alguna forma de comunicación que permitió dejar constancia de los hechos porque ambos son medios que permiten registros puntuales y preservan en alguna medida la memoria colectiva de acontecimientos que las comunidades consideran importantes. La historia pues, es un producto social; es la relación de hechos relevantes hechos por uno o varios representantes de los conjuntos humanos que formaron comunidades y sociedades. Antes de la historia tenemos un periodo, no se sabe que tan largo, que se conoce como prehistoria.
El diccionario Unesco de ciencias sociales, dice que:
La historia puede considerarse bajo tres aspectos:
1. Como ciencia de lo acontecido.
2. Como noticia de estos hechos, y
3. Por los hechos acontecidos.
La historia se presenta como una ciencia con principios propios y, según éstos, dentro de un sistema determinado de relaciones en una esfera de hechos de la experiencia humana, diferenciándose por tanto de la historia como mera relación de hechos pasados.
El alumno reflexionará acerca de las preconcepciones y los conocimientos previos que posee respecto a los contenidos que involucra esta unidad, de tal manera que identifique y recupere los saberes adquiridos por medio de sus experiencias cotidianas y de los estudios previo en educación primaria y secundaria.
Evaluación diagnóstica.
1. ¿Que entiendes por integración social?
2. Investiga qué es un modo de producción y escribe aquí tus conclusiones.
El concepto de "sociedad del conocimiento" surge en las cuatro últimas décadas del siglo xx. El primero en mencionarla fue el sociólogo Peter Drucker, en 1959, en un trabajo llamado Landmarks of Tomorrow. Drucker empezó a descubrir entonces el surgimiento de un nuevo sector de trabajadores del conocimiento, que tendrían una importancia fundamental en la definición de las empresas y las estructuras económicas. A principios de la década de los setenta del siglo xx, otro sociólogo, Daniel Bell, publica un libro llamado "El advenimiento de la sociedad postindustrial".
El concepto de sociedad del conocimiento nos plantea la posibilidad de definir el tipo de sociedad enla que estamos viviendo, en la cual han sido superadas las etapas en las que el trabajo y la organización se hacían en función de la producción primaria (agrícola, ganadera, minera etc.) y de la sociedad industrial, para colocarnos bajo la hegemonía de la producción de servicios. En esta economía, la estructura social y política contribuye a definir al conocimiento como factor principal de la producción y de la organización social, de las estructuras políticas y en general de la producción cultural de los conocimientos científicos y las tecnologías derivadas de la ciencia como elementos conductores del conjunto social.
La sociedad del conocimiento no lo es porque tenga más científicos y tecnólogos, o disponga de aparatos y procedimientos tecnológicos más sofisticados para la solución de problemas y logre mejores condiciones de realización del ser humano, como pudiera pensarse, sino es una sociedad en la que la producción y distribución del conocimiento produce bienes y servicios y tiene mayor importancia que otros factores de la producción.